102. Convento de las Brígidas (1)

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      ANTES                                                       (Fuente de las fotografías: imágenes de Internet)                                                AHORA                                             
El edificio que se ve a la izquierda de la fotografía antigua es el convento de las Brígidas en su antigua ubicación, fácilmente identificable por su portada, proyectada en 1783 por el arquitecto Justo Antonio de Olaguíbel, que al iniciarse las obras de la catedral se trasladó piedra por piedra a la ubicación actual del convento en la calle inmediata de Vicente Goicoechea. 

Esta calle en la época de la fotografía se llamaba del Juego de Pelota, juego que precisamente estaba detrás del edificio que se ve a un lado del convento.



Corresponde a la conocida como “fábrica de la luz” que en aquella época era la compañía Electro-Hidráulica Alavesa, y en épocas más recientes Vitoriana de Electricidad e Iberdrola. No fueron las Brígidas las primeras ocupantes del convento llamado de la Magdalena. 

Anteriormente, en los siglos XVI y XVII, lo habían sido las Carmelitas descalzas que protagonizaron un hecho histórico muy sonoro cuando, deseando abandonar la Ciudad, no fueron autorizadas, y realizaron una rocambolesca fuga frustrada, que fue novelada con el título de “Unas monjas rebeldes” por Antón de Anorbín, seudónimo utilizado por José Sáenz de Santamaría. 

Mucho antes, en el siglo XIII, este edificio había estado destinado a Hospital de leprosos, al cuidado de los religiosos de la Orden de San Lázaro. (Fuente del texto: www.recordandovitoria.wordpress.com)



Además del edificio, el convento posee otros 5.735 metros cuadrados en su convento, lindante con los patios del actual colegio Urkide y de la antigua fábrica de muebles Bonilla. En estos terrenos las monjas poseían huertas, cuyas verduras y cosechas eran su principal fuente de ingresos.

Tras el abandono del convento, las huertas, propiedad del Obispado de Vitoria, han sido recuperadas y desde 2014 vuelven a ser cuidadas por 7 personas y un capataz-profesor, integradas en un programa de inclusión de empleo para trabajo agrícola que desarrolla Cáritas Vitoria. 

Los productos hortícolas pueden ser adquiridos por cualquier persona a precios ajustados y se venden asimismo en la Plaza de Abastos.

El edificio del convento de La Magdalena o de Las Brígidas estaba en el solar en que hoy en día está la llamada “Catedral Nueva”. La primera noticia de dicho edificio se tiene es gracias a un documento sobre una convención que hicieron los Caballeros de la Cofradía del Campo de Arriaga con el Concejo de Vitoria, el 24 de noviembre de 1291. En él se cita este edificio como límite jurisdiccional de Vitoria y con el nombre de Santa María Magdalena. En esos tiempos era hospital de llagados y leprosos, enfermedad entonces bastante extendida, y estaba encomendado a religiosos de la orden de San Lázaro, de aquí el nombre de San Lázaro o la Magdalena. En unas actas municipales de 1480 se hace mención del edifico con el nombre de Casa de la Magdalena.

El edificio fue convertido en convento en el año 1575 y sus primeras habitantes (1589) fueron las Carmelitas Descalzas de la Orden de Santa Teresa de Jesús (quienes, tras diversas disputas con la ciudad, incluso con la intervención del nuncio papal, y al no ser autorizadas a abandonar la ciudad, como era su deseo, trataron de fugarse, sin conseguirlo, hecho que fue novelado en su día por Antón de Antolín (con el seudónimo de José Sáenz de Santamaría), en la novela “Unas monjas rebeldes”.

Las Reverendas Madres Brígidas llegaron a Vitoria, para ocupar el convento, el 15 de Marzo de 1653, y fueron recibidas con entusiasmo por toda la ciudad, donde se instalaron y tuvieron una pacífica estancia hasta no hace muchos años en que las pocas que quedaban dejaron ya vacío el edificio actual.  (Fuente del texto: www.historiasdevitoriagasteiz.eu)

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