58. Plaza de Santo Domingo

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      ANTES                                                 (Fuente de las fotografías: www.recordandovitoria.wordpress.com)                                        AHORA
                                             
Cuando en 1887 se le dio el nombre a la plaza de Santo Domingo situada junto a la actual calle de la Coronación de la Virgen Blanca, se le desposeyó de él a otra plazuela situada al final de las calles Herrería y Zapatería. 

Sin embargo, hoy es el día que se puede leer en un rótulo pintado sobre otro más antiguo el nombre de la antigua denominación en el palacio conocido como del Marqués del Fresno, al final de la Zapatería. En esta plazuela, conocida popularmente como de la Leña, estaba la entrada principal del convento e iglesia de Santo Domingo.



Una idea de su ubicación nos la da la vieja fotografía de Enrique Guinea. En su parte izquierda, se ve el final del murete de la plazuela de la Fuente de los Patos y en la derecha, el inicio de la fachada del palacio del Marqués del Fresno. La extensión del convento era enorme. Se iniciaba al final del antiguo Campo de los Sogueros, abarcando toda la última manzana impar de la calle de la Fundadora de las Siervas de Jesús, el centro cívico Aldabe, y prácticamente todo el primer tramo izquierdo de la calle Portal de Arriaga, terminando, más o menos, frente a la calle del Cubo. También ocupaba la calzada utilizada actualmente por los vehículos en Portal de Arriaga.

El convento de Santo Domingo fue fundado, aproximadamente, en 1225. En el siglo XVI se construyó una nueva iglesia. Posteriormente, se hicieron obras complementarias quedando una iglesia de tal valor artístico, que un cronista del siglo XVIII se asombraba de cómo, con sólo limosnas, pudiera hacerse una iglesia tan suntuosa que… dejaba atrás a casi todas las de la Orden.

Pero llegó el siglo XIX y, con él, las guerras carlistas. En 1833, tras la batalla de Peñacerrada, el general cristino, Sarsfield, entró en la Ciudad y ordenó la evacuación de los conventos para alojar a las fuerzas militares. No se debió cumplir la orden, puesto que al año siguiente la tuvieron que reiterar, siendo abandonado el convento por los frailes. Ya no lo volverían a ocupar. El Gobierno consideró que no era digno de ser conservado por su mérito artístico, y que reportaría, sin embargo, beneficio para la ciudad el destinarlo para cuartel. Sin embargo, el uso real no fue tan beneficioso, puesto que se utilizó como polvorín, para disgusto de los vecinos que se quejaron, logrando el Ayuntamiento que en 1853 se trasladase el polvorín a Judimendi. En 1857, el ejército accedió para que sirviera de cárcel, hasta que se habilitó en 1861 la construida en la calle de la Paz. En 1865, el Capitán General consideró que la ubicación del Hospital Militar en el convento de San Francisco no reunía las condiciones sanitarias necesarias al hallarse tan céntrico, por lo que decidió trasladarlo al de Santo Domingo, situado en el extrarradio. Allí permaneció hasta el 31 de julio de 1897, fecha en que se inauguró un nuevo Hospital Militar en la actual calle Comandante Izarduy. El convento, en estado ruinoso, emprendió su recta final. La Comisaría de Guerra, al año siguiente, optó por la demolición de los muros Sur y Este, para lo que convocó la oportuna subasta, que no dio resultado, teniendo que recurrir a una segunda. Ignoro el resultado de ella, pero el destino de Santo Domingo estaba marcado y era irreversible.

En 1916 se firmó un convenio entre el Ayuntamiento y el ramo de la Guerra. El Consistorio se comprometió a derribar la edificación, librar el terreno de escombros y vallarlo, a cambio de poderse llevar el material utilizable. En el jardín de entrada de la Residencia de San Prudencio podemos ver en la actualidad un arco del claustro. Derribado el edificio, quedaban los terrenos. En 1931, se firmaban las escrituras por las que el solar pasaba gratuitamente a propiedad del Municipio, con la condición de realizar en él un parque infantil. En plena guerra civil, en 1938, Auxilio Social propuso construir una Guardería Infantil y Jardín Maternal a ocho municipios que cedieran, gratuitamente, 3.000 metros cuadrados de terreno. Vitoria se acogió al proyecto. En parte del terreno no cedido fue muy popular un frontón público construido por el Ayuntamiento en 1942. En 1994, se elaboró el proyecto del centro cívico “Aldabe” en el terreno ocupado por la guardería. En el intermedio, desde 1983, el edificio se usó como “Centro preescolar Santo Domingo” y, más tarde, como sede de la ikastola “Alde Zaharra Bambi”, hasta su traslado a Beato Tomás de Zumárraga.

(Fuente del texto: www.recordandovitoria.wordpress.com)

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